lunes, 28 de marzo de 2011

Los ángeles como espectadores

Hay cuatro casos en que se dice que los ángeles observan. En Lucas 15:10 ellos se dan cuenta del gozo del Señor cuando se arrepiente un pecador. Parece que no es el gozo de los ángeles como muchas personas suponen (ver Judas 24).

Ver también Lucas 12:8-9 y 1 Timoteo 3:16.

En Apocalipsis 14:10-11 leemos que los ángeles observarán los castigos eternos de los que adoraron a la bestia y a su imagen. Al contrario, nos dice en 1 Corintios 6:3 que la Iglesia juzgará a los ángeles (claro está, los caídos) aunque no tienen mucha preparación en el presente para juzgar cosas de menor importancia en la tierra.

La presencia de los ángeles en la Creación se nota en la Biblia (Job 38:7); al tiempo de la entrega de la ley ((Gálatas 3:19; Hechos 7:53; Hebreos 2:2); en el nacimiento de Cristo (Lucas 2:13); en Su tentación (Mateo 4:11); en Su resurrección (Mateo 28:2); en Su ascensión (Hechos 1:10) y en Su segunda venida (Mateo 13:37:39; 24:31; 25:31; 2 Tesalonicenses 1:7).

jueves, 24 de marzo de 2011

La disciplina progresiva de los ángeles

Las Escrituras revelan la verdad de que los ángeles están aprendiendo mucho al observar a los hombres en la tierra, especialmente en lo que trata del desarrollo de la obra de la redención. Sin embargo, no se debe concluir que ellos saben menos que los hombres.

Pedro 1:12 nos revela la verdad en cuanto al interés de los ángeles en lo de los hombres. Es significativo que esta palabra “cosas” se relaciona al programa de Dios en los dos advenimientos de Cristo y al evangelio de la gracia que se predica a todo el mundo.

La Iglesia en la tierra es una revelación a los ángeles en cuanto a la sabiduría de Dios (Efesios 3:10). Por lo tanto, la Iglesia también será una revelación a los ángeles de la gracia divina (Efesios 2:7).

No hay base bíblica para la creencia de que la redención mediante la muerte de Cristo es ofrecida a los ángeles caídos (comp. Mateo 25:41; Apocalipsis 20:10).

viernes, 22 de octubre de 2010

El ministerio de los ángeles

Lo más importante no es su relación con los habitantes terrestres, sino su servicio a Dios. Este es principalmente un servicio de adoración, y sugiere la majestad inefable y la gloria de Dios que los ángeles no caídos comprenden, la cual sigue sin cesar para siempre a causa de la dignidad infinita de Dios (Apocalipsis 4:8; Isaías 6:3).

La humildad de los ángeles, sugerida por su manera de cubrirse los pies (Isaías 6:2) es natural, puesto que está siempre delante de Él cuya majestad y gloria es trascendente.

Aunque los ángeles estuvieron presentes en la creación, no hay ninguna referencia a su ministerio en la tierra sino hasta en los días de Abraham.

En el Nuevo Testamento hay muchas referencias a ellos. Es notable que muchas tienen que ver con Aquel a Quien sirven y adoran (la anunciación, el nacimiento y la tentación son algunas).

En el plan de Dios esta presente edad o dispensación evidentemente carece de las manifestaciones angélicas. Esto pudiera ser porque en los santos de esta dispensación, como en ninguna otra, habita el Espíritu Santo. Sin embargo, hacia el fin de esta edad, serán prominentes de nuevo (rapto y segunda venida).

Después de la dispensación del Reino, para lo cual no se predice ningún servicio angélico (el Rey estará presente y el Espíritu derramado sobre toda carne), otra vez los ángeles serán vistos en relación eterna y final con esa ciudad que descenderá del cielo (Hebreos 12:22-24; Apocalipsis 21:12).

En Lucas 16:22 vemos que llevan un alma a ultra tumba al momento de su muerte, pero de ser siempre éste el caso es pura conjetura.

Hechos 5:19 y 12:7 relatan la liberación de los apóstoles de la cárcel.

Hechos 8:26; 10:13 y 27:23 nos dicen que eran los instrumentos divinos para llevar mensajes a los hombres.

En la fraseología del Antiguo Testamento a veces se les denomina a los ángeles hijos de Dios, mientras los hombres son llamados siervos de Dios. En el Nuevo esto se ve al revés. Este orden tan peculiar pudiera deberse al hecho de que en el Antiguo Testamento se ve a los hombres relacionados a esta esfera en la cual los ángeles son superiores; mientras que en el Nuevo se ve a los santos en relación a su estado final de exaltación a la semejanza de Cristo, un estado superior al de los ángeles.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Clasificación de los ángeles

Los Gobernantes: Ya se han mencionado unas cinco representaciones de supremacía entre estos seres:
a.)Tronos o dominios: Esta designacion enfatiza la dignidad y la autoridad de los gobernadores angélicos en el uso que Dios hace de ellos en Su gobierno (Efesios 1:21; Colosenses 1:16; 2 Pedro 2:10; Judas 8).
b.)Lugar de su dominio: En un pasaje de la Biblia los demonios se designan como los gobernadores de las tinieblas de este siglo (Efesios 6:12).
c.)Principados o autoridades: Estas palabras, usadas siete veces por Pablo, indican una orden de ángeles tanto buenos como malos que participan en el gobierno del universo (Romanos 8:38; Efesios 1:21; 3:10; 6:12; Colosenses 1:16; 2:10,15).
d.)Potestades: Esta palabra enfatiza el hecho de que los ángeles y los demonios tienen mayor poder que los humanos (2 Pedro 2:11). Véase Efesios 1:21 y 1 Pedro 3:22.
e.)Poderes y señoríos: Esto probablemente enfatiza la autoridad sobrehumana de los ángeles y los demonios ejercida con relación a los asuntos del mundo (Efesios 1:21; 2:2; 3:10; 6:12; Colosenses 1:16; 2:10,15; 1 Pedro 3:22).
Y aunque parezca que haya semejanza entre estas denominaciones, se puede asumir que por su medio se hace referencia a una dignidad incomprensible y a varios grados de importancia.

Los Ángeles Escogidos: Mencionados en 1 Timoteo 5:21; se concederá que los ángeles fueron creados con un propósito, y que en su reino, como en el del hombre, los designios del Creador serán llevados a cabo perfectamente. Se implica que los ángeles han pasado su período de prueba.

Los Querubines, Serafines y Seres Vivientes: Algunos tratan de descubrir distinciones de posición y rango entre los que son designados con estos términos. Los distintos términos usados parecen indicar una distinción de servicio más que una de posición esencial.
a.)Los Querubines: El título habla de su posición alta y santa y su responsabilidad como tal se relaciona estrechamente con el trono de Dios como defensores de Su santo carácter y presencia. Scofield dice que “los seres vivientes son idénticos con los querubines. Tomando en cuenta la posición de los querubines en la puerta del Edén, en la cubierta del arca del pacto y en Apocalipsis 4, se concluye claramente que ellos se relacionan con la vindicación de la santidad de Dios contra el orgullo del hombre pecador quien, a pesar de su pecado, podría alargar su mano para tomar del árbol de la vida. Los querubines que estaban sobre el arca del pacto habían sido hechos de una pieza con el propiciatorio, y contemplaban allí la sangre derramada que hablaba, tipológicamente, de la perfecta preservación de la justicia divina por medio del sacrificio de Cristo”.
b.)Los Serafines: El título serafín habla de la adoración sin cesar, de su ministerio de purificación, y de su humildad. Aparecen una sola vez bajo esa designación en la Biblia en Isaías 6:1-3. Su triple atribución de santidad a Dios según lo registra Isaías es repetida otra vez por Juan (Apocalipsis 4:8), pero el apóstol los llama seres vivientes, y eso nos ayuda mucho a establecer su identidad y agrupación. Scofield dice que “viene del hebreo ‘abrasadores’. Esta palabra ocurre solamente aquí. En muchas maneras los serafines se hallan en contraste con los querubines, aunque ambos expresan la santidad divina, la cual exige que el pecador tenga acceso a la divina presencia solamente por medio de un sacrificio que en verdad vindique la justicia de Dios (Génesis 3:24-26), y que el santo se purifique antes de ofrecer su sacrificio al Señor (Isaías 6:1-8). Puede decirse que los querubines están relacionados con el altar y los serafines con el lavacro”.
c.)Los Seres Vivientes: Esta frase es un título, y representa a estos ángeles en su obra de manifestar la plenitud de la vida divina, la actividad incesante, y la permanente participación en la adoración de Dios. Su número parece estar limitado a cuatro, y se ha sugerido que ahora tienen los privilegios y responsabilidades que una vez fueron asignados a Lucifer, antes de que se convirtiera en el diablo. La razón por la cual hay cuatro puede ser que Dios decidió no darle nunca más tanto poder a un solo ángel (Apocalipsis 4:6-8).

Los Ángeles Individuales:
a.)Lucero, hijo de la mañana (Isaías 14:12): Este ser angélico por cierto es el más exaltado de los ángeles tanto por la creación como por su posición. A causa de su pecado –el primero cometido en todo el universo hasta donde la revelación bíblica descubre- llegó a ser Satanás y aparece en la Palabra de Dios bajo 40 distintos títulos.
b.)Miguel (Daniel 12:1): Significa ¿quién es como Dios?. De los tres pasajes donde se hace mención directa de él, se puede notar que tiene gran autoridad y que está en alguna forma de defensa para Israel. Judas 9 nos muestra su dependencia de Dios, texto donde además vemos el título adicional de arcángel; sólo hay uno. También aparece en Apocalipsis 12:7-12, y 1 Tesalonicenses nos revela que “la voz del arcángel” será oída cuando Cristo venga a recibir a Su Iglesia.
c.)Gabriel (Daniel 9:21): Significa el poderoso, y evidentemente él es todo lo que ese título implica. En la Biblia nunca es llamado un arcángel, pero muchas veces los hombres lo llaman así. Aparece en las Escrituras 4 veces y siempre como mensajero o revelador del propósito divino.

Los Ángeles especialmente designados: Se conoce a ciertos ángeles solamente por el servicio que ellos rinden. De éstos, hay los que sirven como mensajeros de juicio (Génesis 19:13; 2 Samuel 24:16; 2 Reyes 19:35; Ezequiel 9:1,5,7; Salmo 78:49). Se hace mención del “vigilante” (Daniel 4:13,23); el “ángel del abismo” (Apocalipsis 9:11); el “ángel que tiene poder sobre el fuego” (Apocalipsis 14:18); el “ángel de las aguas” (Apocalipsis 16:5); y de “siete ángeles” (Apocalipsis 8:2). En los apócrifos hay mención de tres ángeles de los cuales la Biblia no habla nada (Rafael, Uriel y Jeremiel). No hacemos referencia al Ángel de Jehová, pues sabemos que es el Cristo pre-encarnado. Como no tiene relación alguna con los ángeles creados, no se le clasifica entre ellos.