domingo, 26 de septiembre de 2010

Clasificación de los ángeles

Los Gobernantes: Ya se han mencionado unas cinco representaciones de supremacía entre estos seres:
a.)Tronos o dominios: Esta designacion enfatiza la dignidad y la autoridad de los gobernadores angélicos en el uso que Dios hace de ellos en Su gobierno (Efesios 1:21; Colosenses 1:16; 2 Pedro 2:10; Judas 8).
b.)Lugar de su dominio: En un pasaje de la Biblia los demonios se designan como los gobernadores de las tinieblas de este siglo (Efesios 6:12).
c.)Principados o autoridades: Estas palabras, usadas siete veces por Pablo, indican una orden de ángeles tanto buenos como malos que participan en el gobierno del universo (Romanos 8:38; Efesios 1:21; 3:10; 6:12; Colosenses 1:16; 2:10,15).
d.)Potestades: Esta palabra enfatiza el hecho de que los ángeles y los demonios tienen mayor poder que los humanos (2 Pedro 2:11). Véase Efesios 1:21 y 1 Pedro 3:22.
e.)Poderes y señoríos: Esto probablemente enfatiza la autoridad sobrehumana de los ángeles y los demonios ejercida con relación a los asuntos del mundo (Efesios 1:21; 2:2; 3:10; 6:12; Colosenses 1:16; 2:10,15; 1 Pedro 3:22).
Y aunque parezca que haya semejanza entre estas denominaciones, se puede asumir que por su medio se hace referencia a una dignidad incomprensible y a varios grados de importancia.

Los Ángeles Escogidos: Mencionados en 1 Timoteo 5:21; se concederá que los ángeles fueron creados con un propósito, y que en su reino, como en el del hombre, los designios del Creador serán llevados a cabo perfectamente. Se implica que los ángeles han pasado su período de prueba.

Los Querubines, Serafines y Seres Vivientes: Algunos tratan de descubrir distinciones de posición y rango entre los que son designados con estos términos. Los distintos términos usados parecen indicar una distinción de servicio más que una de posición esencial.
a.)Los Querubines: El título habla de su posición alta y santa y su responsabilidad como tal se relaciona estrechamente con el trono de Dios como defensores de Su santo carácter y presencia. Scofield dice que “los seres vivientes son idénticos con los querubines. Tomando en cuenta la posición de los querubines en la puerta del Edén, en la cubierta del arca del pacto y en Apocalipsis 4, se concluye claramente que ellos se relacionan con la vindicación de la santidad de Dios contra el orgullo del hombre pecador quien, a pesar de su pecado, podría alargar su mano para tomar del árbol de la vida. Los querubines que estaban sobre el arca del pacto habían sido hechos de una pieza con el propiciatorio, y contemplaban allí la sangre derramada que hablaba, tipológicamente, de la perfecta preservación de la justicia divina por medio del sacrificio de Cristo”.
b.)Los Serafines: El título serafín habla de la adoración sin cesar, de su ministerio de purificación, y de su humildad. Aparecen una sola vez bajo esa designación en la Biblia en Isaías 6:1-3. Su triple atribución de santidad a Dios según lo registra Isaías es repetida otra vez por Juan (Apocalipsis 4:8), pero el apóstol los llama seres vivientes, y eso nos ayuda mucho a establecer su identidad y agrupación. Scofield dice que “viene del hebreo ‘abrasadores’. Esta palabra ocurre solamente aquí. En muchas maneras los serafines se hallan en contraste con los querubines, aunque ambos expresan la santidad divina, la cual exige que el pecador tenga acceso a la divina presencia solamente por medio de un sacrificio que en verdad vindique la justicia de Dios (Génesis 3:24-26), y que el santo se purifique antes de ofrecer su sacrificio al Señor (Isaías 6:1-8). Puede decirse que los querubines están relacionados con el altar y los serafines con el lavacro”.
c.)Los Seres Vivientes: Esta frase es un título, y representa a estos ángeles en su obra de manifestar la plenitud de la vida divina, la actividad incesante, y la permanente participación en la adoración de Dios. Su número parece estar limitado a cuatro, y se ha sugerido que ahora tienen los privilegios y responsabilidades que una vez fueron asignados a Lucifer, antes de que se convirtiera en el diablo. La razón por la cual hay cuatro puede ser que Dios decidió no darle nunca más tanto poder a un solo ángel (Apocalipsis 4:6-8).

Los Ángeles Individuales:
a.)Lucero, hijo de la mañana (Isaías 14:12): Este ser angélico por cierto es el más exaltado de los ángeles tanto por la creación como por su posición. A causa de su pecado –el primero cometido en todo el universo hasta donde la revelación bíblica descubre- llegó a ser Satanás y aparece en la Palabra de Dios bajo 40 distintos títulos.
b.)Miguel (Daniel 12:1): Significa ¿quién es como Dios?. De los tres pasajes donde se hace mención directa de él, se puede notar que tiene gran autoridad y que está en alguna forma de defensa para Israel. Judas 9 nos muestra su dependencia de Dios, texto donde además vemos el título adicional de arcángel; sólo hay uno. También aparece en Apocalipsis 12:7-12, y 1 Tesalonicenses nos revela que “la voz del arcángel” será oída cuando Cristo venga a recibir a Su Iglesia.
c.)Gabriel (Daniel 9:21): Significa el poderoso, y evidentemente él es todo lo que ese título implica. En la Biblia nunca es llamado un arcángel, pero muchas veces los hombres lo llaman así. Aparece en las Escrituras 4 veces y siempre como mensajero o revelador del propósito divino.

Los Ángeles especialmente designados: Se conoce a ciertos ángeles solamente por el servicio que ellos rinden. De éstos, hay los que sirven como mensajeros de juicio (Génesis 19:13; 2 Samuel 24:16; 2 Reyes 19:35; Ezequiel 9:1,5,7; Salmo 78:49). Se hace mención del “vigilante” (Daniel 4:13,23); el “ángel del abismo” (Apocalipsis 9:11); el “ángel que tiene poder sobre el fuego” (Apocalipsis 14:18); el “ángel de las aguas” (Apocalipsis 16:5); y de “siete ángeles” (Apocalipsis 8:2). En los apócrifos hay mención de tres ángeles de los cuales la Biblia no habla nada (Rafael, Uriel y Jeremiel). No hacemos referencia al Ángel de Jehová, pues sabemos que es el Cristo pre-encarnado. Como no tiene relación alguna con los ángeles creados, no se le clasifica entre ellos.

viernes, 24 de septiembre de 2010

El poder de los ángeles

El poder que ejercen, al igual que todas las criaturas de Dios, deriva de Él. Su poder es restringido, aunque muy grande.

No son capaces de hacer lo que sólo a la Deidad corresponde, actos tales como crear, actuar sin medios o escudriñar al corazón humano.

Ellos pueden influenciar la mente humana como una criatura puede influenciar a otra.

Se hallará que los seres humanos pueden impedir la influencia de los malos espíritus sólo por el poder de Dios (Efesios 6:10-12; 1 Juan 4:4).

Aun en el caso de un ángel, él puede pedir la ayuda divina al estar en conflicto con un ángel malo (Judas 9).

Ver 2 Samuel 24:15-17; 2 Reyes 19:35.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Número de los ángeles

La Biblia nos dice que son una multitud “que nadie la puede contar”.

Es significativo que como la frase “el ejército del cielo” describe tanto a las estrellas de la creación física como a los ángeles, éstos pueden considerarse tan numerosos como aquellas (Génesis 15:5).

(Ver 1 Reyes 22:19; Salmo 68:17; 2 Reyes 6:17; Daniel 6:10; Lucas 2:13; Mateo 26:53.)

Si tomamos Apocalipsis 5:11 literalmente alcanza a un billón, pero representa sólo una parte de las huestes celestiales. Es probable, sin embargo, que este número no debe tomarse en su significado preciso, sino que nos es dado para indicar que hay una multitud inmensa superior a lo que generalmente los seres humanos calculan.

Así, leemos en Hebreos 12:22 no de un cierto número limitado de ángeles, sino que se nos habla de “la compañía de muchos millares de ángeles”.

martes, 21 de septiembre de 2010

La morada de los ángeles

Mediante el uso de la frase “los ángeles que están en el cielo” (Marcos 13:32) Cristo afirma definitivamente que los ángeles habitan las esferas celestiales.

En el hebreo, el vocablo el cielo está en el plural, o sea los cielos. La Biblia habla de tres cielos, siendo tercero el cielo de los cielos, la misma morada de Dios y donde ha estado eternamente Su trono.

En los lugares celestiales, según la Epístola a los Efesios, están los principados y potestades, una compañía de innumerables ángeles. Sus moradas están en esos lugares celestiales. El Dios que los creó, que los hizo espíritus apropiándoles cuerpos conforme a sus naturalezas espirituales, tiene que haberles dado también sus habitaciones.

También es significativo, y no sin razón, que la frase “los ejércitos del cielo” quiere decir tanto las estrellas y los ejércitos angélicos. “Jehová de los ejércitos” también tiene ese significado doble, porque Él es Señor de las estrellas y Señor de los ángeles.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Creación y modo de existencia de los ángeles

Basándonos en Colosenses 1:16-17 se puede presumir que todos los ángeles fueron creados simultáneamente, aparte de que ese número se completó en aquel tiempo y que ninguno será añadido a ese número.

No están sujetos a la muerte u otra forma final de existencia; por consiguiente, tampoco su número disminuye. Parece que el plan divino para la propagación de la raza humana no tiene contraparte en el orden angélico.

Cada ángel, por ser una creación directa de Dios, tiene una relación personal e inmediata con el Creador.

Como el hombre es la suprema creación en las esferas terrenales, así los ángeles lo son en las esferas más altas descritas en Colosenses 1:16-17.

Como los ángeles, juntamente con otros seres morales, fueron creados por Cristo y para Cristo, así ellos permanecerán siempre para la alabanza de Su gloria.

Aunque es verdad que algunos de la raza humana y ciertos ángeles no adoran a Dios, la mayor parte de los ángeles están delante de Su trono en adoración incesante.

Cristo, en Su reino, no permitirá ningún otro dominio ni autoridad, y al final, mediante el ministerio de los ángeles, recogerá de las esferas humanas todo lo que ofende (1 Corintios 15:25-26; Mateo 13:41-43).

Comparada a la existencia humana y animal, la de los ángeles se puede denominar incorpórea, pero sólo en el sentido de que no tienen un organismo mortal.

Cuando Cristo declaró en Lucas 24:37-39, “un espíritu no tiene carne ni hueso, como veis que yo tengo”, no quiso decir que los espíritus no tienen cuerpo alguno, sino que los cuerpos que tienen es de distinta constitución que la de los hombres.

En el Antiguo Testamento el salmista los denomina “flamas de fuego” (Salmo 104:4) que el escritor de Hebreos interpreta “hace a sus ángeles espíritus” en Hebreos 1:7; el versículo 14 del mismo capítulo dice que ellos son espíritus ministradores.

El arte de la edad medieval ha basado su representación de todos los seres angélicos con alas sobre una descripción bíblica en Daniel 9:21 en que nos habla de un ángel “volando con presteza”.

De cualquier modo, es verdad que la Biblia dice que los querubines y los serafines o seres vivientes sí tienen alas. Y los querubines así aparecen en las imágenes de oro en el arca sobre el propiciatorio. Los ángeles, como se nota en Daniel 9:21, pasan de un lugar a otro con una velocidad increíble.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Personalidad de los ángeles

Aunque su servicio o dignidad puede variar, no hay implicación alguna en la Biblia de que algunos de los ángeles son más inteligentes que otros.

Se declara que los ángeles tienen todo el elemento de personalidad. Son seres individuales, y aunque son espíritus, pueden experimentar las emociones; rinden culto inteligente (Salmo 148:2); contemplan la faz del Padre con debida comprensión (Mateo 18:10); saben sus limitaciones (Mateo 24:36), su inferioridad al Hijo de Dios (Hebreos 1:4-14); y, en el caso de los ángeles caídos conocen su habilidad para el mal.

Los ángeles son individuos y aunque se parecen en su capacidad individual, con todo están sujetos a distintas clasificaciones y varios rangos de importancia.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Importancia relativa de los ángeles y los hombres

Las Escrituras afirman que el hombre “fue hecho poco menor que los ángeles” (Salmo 8:4-5; Hebreos 2:6-7). Si esto se refiere a su estado o a las cualidades inherentes y esenciales no se determina con claridad, siendo probable que los ángeles sean superiores a los hombres en ambos aspectos. Pero se dice en la Biblia que el hombre fue hecho a la imagen de Dios; no hay tal referencia con respecto a los ángeles.

El hombre posee un cuerpo material con todas sus experiencias; no hay nada acerca de tales experiencias entre los ángeles, aunque es manifiesto que los demonios buscan incorporarse cuando se les presenta la oportunidad.

Ninguna consideración de la importancia relativa entre el hombre y los ángeles sería completa si no tomamos en cuenta que el hombre, aunque actualmente hundido en el lodo cenagoso de la desesperación, con todo puede experimentar la redención y ser colocado en un lugar seguro, fundamento llamado la Roca (Salmo 40:2), y es destinado a ser conforme a la imagen de Cristo y este estado final lo coloca por encima de los ángeles.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Información general sobre los ángeles

Estos seres celestiales se mencionan por lo menos 108 veces en el Antiguo Testamento y 165 en el Nuevo.

El vocablo ángel, que se deriva bien de mal’ak del hebreo del Antiguo Testamento, o bien de aggelos del griego del Nuevo Testamento, quiere decir simplemente mensajero, palabra que bien expresa su servicio u oficio.

La Biblia declara que los ángeles no solamente observan los acontecimientos humanos, sino también que los ángeles buenos son ministros de los herederos de la salvación (Hebreos 1:4) y que los ángeles malos hacen la guerra contra lo que hay de Dios en el hombre (Efesios 6:12).

Los ángeles integran dos de los cinco grupos en que se dividen todas las criaturas finitas creadas por Dios; a saber, los ángeles santos y los caídos. Los otros tres grupos son, el de los gentiles, los judíos y los verdaderos cristianos.

Los ángeles viven en las esferas celestes y no hay cifras humanas para contarlos, tan grande es su número.

La existencia de los ángeles es anterior a la de la humanidad, y una ley los organiza en ejército (Lucas 2:13; Mateo 26:53; Hebreos 12:22).

El significado de las designaciones recibidas (tronos, dominios, principados, potestades y autoridades) expresa la cooperación que hay entre los ángeles mismos.

Lo que la Biblia dice no se dirige a los ángeles, ni tampoco ese libro trata de dar una descripción completa de su estado ni de las relaciones entre ellos.

Con nuestra visión natural no hay cómo discernir la presencia de los ángeles, pero eso no impugna la verdad de que los ángeles están alrededor de nosotros en todo lugar.

Una razón de que los ángeles sean invisibles a la pupila humana pudiera ser de que si fueran vistos serían adorados por los hombres, tan inclinados a adorar aún las obras de sus manos (Colosenses 2:18; Apocalipsis 22:8-9).

Los ángeles son en verdad seres vivos del más alto rango, aunque en ninguna manera son tan independientes en el sentido de que se crean a sí mismos.

Sí son seres libres y morales que en siglos pasados por lo menos tenían el poder de determinar su destino propio. Algunos “pecaron” y “no guardaron su dignidad” (2 Pedro 2:4; Judas 6); estos seres caídos tendrán que dar cuenta al Dios que ellos habían repudiado (Ezequiel 28:16-17; Mateo 25:41).

La suficiencia de los ángeles, como la de toda criatura, depende solamente de Dios. Se mueven y viven por virtud del poder divino. Aun el gran Miguel, el arcángel que luchó con Satanás, afirmó su dependencia de Dios.